Stories (ES)

Marlys Fuego

…principios del placer…

Por Daniel G. Alfonso

Desde que la conocí me considero fanático de sus creaciones y la he seguido desde ese entonces, y es que cuando uno entra en contacto con su quehacer no deja de revisitar su universo; es como una especie de droga artística de la que no te puedes alejar. Este es el momento de volver a reflexionar y analizar el estado actual de su trayectoria, son otros momentos y nuevas perspectivas.

La obra de Marlys Fuego dentro de las prácticas artísticas contemporáneas se basa en el tratamiento del erotismo como tema principal, es una construcción liberadora del hedonismo como herramienta que nos convierte en espectadores del placer y transforma al cuerpo en un mapa cartográfico que nos guía y nos hace reflexionar acerca de la vida, la sexualidad, etc.

Es entonces que, podemos apreciar como, las cortinas se van abriendo para dar espacio a toda una producción que refleja la condición humana que se encuentra escondida en nuestro interior; es un quehacer que libera todos nuestros placeres.

Punto de partida, de reflexión y que resume gran parte de su trabajo se encuentra en la exposición Pink (Galería Galiano, La Habana), una muestra en la que ella está muy consciente de la experiencia creada para el público y de como logra entablar una conversación interna alrededor del espacio, las obras y las infinitas posibilidades interpretativas de las piezas. La galería para la ocasión fue transformada en una Sex Shop, punto de inflexión en el que cada obra dialogaba a través de especies de hilos invisibles que van en todas las direcciones conectándose por temáticas, estéticas, formatos y la propia mirada del espectador.

La artista sabe perfectamente lo que supone la transformación del espacio, es una metáfora que está ligada a su propia evolución y los diferentes cambios que ha tenido en su trabajo. Marlys no se aleja de la pintura, pero si de la estética academicista de sus inicios, ahora sus intereses están más apegados a conceptos y prácticas contemporáneas en las que comienza a utilizar glitter, lentejuelas, perlas y, aparece su propia figura para acentuar su propio discurso como «una tendencia visible, asumida desde múltiples estrategias. Resulta particularmente reconocible y llamativa la vertiente en la cual la imagen del artista aparece en la obra de arte, o su cuerpo se utiliza como signo de la representación. Lo sintomático de esta producción (…) radica, precisamente, en cómo desde la indagación del yo se erigen discursos altamente implicados con el contexto sociocultural desde una perspectiva crítica».i

Asimismo, es un período de pluralismo estético en su quehacer en el que aparecen la fotografía, la instalación, el environment, el video, entre otros; todos, medios expresivos que facilitan exteriorizar su nueva sensibilidad. Búsqueda que siempre ha estado enfocada al tratamiento, como se hace mención, al erotismo y la sexualidad que, en palabras de la artista mientras conversamos, siempre han sido factores abordados por el hombre, sin embargo, ahora ella se acerca a este tema desde la perspectiva de la mujer (creadora) que siempre ha sido utilizada como objeto de deseo.

Para Marlys Fuego, esta es una invitación que nos hace para viajar a la isla de Citerea en la que podemos ser parte y cómplices de experiencias únicas y, además, donde encontramos y disfrutamos del deseo carnal más íntimo.

i.  Onedys Calvo. «Nuevas tentaciones de Narciso». Nuevas tentaciones de Narciso. Ediciones Boloña, 2015. p. 15.

Web de la Artista

Marlys Fuego
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