Stories (ES)

Ángel León Valiente

Mariposas hablándole al tiempo

Por Eva del Llano

La obra de Ángel León Valiente ha mantenido siempre un interés especial por la indagación en las emociones y conflictos personales, extensivos a la sensibilidad del espectador a partir de la creación de ambientes poéticos, con motivos y signos que va convirtiendo en suyos. Quien siga con detenimiento su producción, puede identificar claves de un lenguaje propio, donde se observa la búsqueda de las posibilidades discursivas de cada motivo que le atrapa y le inspira. 

En su creación siempre ha estado presente su inquietud por el tiempo, vibrante en forma de nostalgia en muchas ocasiones. No obstante, en su trabajo reciente, se ha involucrado con él de una manera diferente. En sus nuevas obras se acentúa y se hace visible ese interés desde otros elementos. En una primera mirada, se advierte la coloración sepia, la cual evoca la apariencia de documento antiguo. El color ha desaparecido y su poética se ha inclinado por un aspecto neutral que se interesa por crear fricciones entre diferentes relaciones visuales. Dichas interacciones ocurren de una manera particular, con el uso de referencias y con sugestivos juegos anacrónicos: un dibujo animado, una foto de familia, imágenes clásicas de la historia del arte canónica, así como otros referentes propios, que le hablan al artista y a los de su contexto, como el juguete que coloca en algunas escenas. 

La apropiación se identifica como operación creativa; por ejemplo La libertad guiando al pueblo, una imagen tan impregnada en nuestra retina, adquiere otro sentido en Reconquista, donde desde su sentido libertario dialoga con el presente del artista. Se convierte en una imagen muy potente y sincera en relación a la realidad de su país -que es el nuestro-; también por asociaciones que se antojan lúdicas como en Steamboat Willie donde coloca el tema del naufragio a partir de la apropiación de la obra de Rembrandt, en cierto contrapunto con el tono jovial del dibujo animado de Mickey. Pero lo jovial tiene otras lecturas, es Mickey quien dirige el barco, otra generación, y el naufragio deberá realizarse en otra isla.

Así, en medio de las nuevas claves que utiliza Ángel, su última serie tiene como motivo recurrente a la mariposa: la mariposa de alas rotas y desgastadas, un cúmulo de mariposas muertas, el insecto asociado a lo destructivo y a la muerte a la par que a la transformación. Constituye también una referencia a un entendimiento del tiempo, que muere y renace.

Se percibe también un ánimo de redención. En su Díptico Lost Generation, la típica foto de familia donde todos se reúnen a espaldas de la mesa con el cumpleañero en el centro, constituye un instante capturado que reúne tantas vidas y decisiones, destinos diferentes para cada uno de los rostros que aparecen en la fotografía. La esperanza perdida de una generación que creyó. El tema generacional se evidencia presente en las nuevas obras de Ángel. En Los de ninguna parte o Limbo se detiene desde una mirada sensible a esas personas ancianas que caminan por las calles, desatendidas por la sociedad, desplazadas de su ritmo, a la par que alude a un país que envejece.

Su tristeza por ciertos escenarios se manifiesta en su obra. Además de que se nutre de acontecimientos de su contexto, el cual le continúa afectando material y emocionalmente. Memoria medieval asocia el rostro de la Venus de Botticelli a la casa de madera, el sentido del nacimiento está indudablemente presente, además del tema de la conocida obra renacentista por la presencia de la casa como símbolo de sus raíces. El rostro de la Venus añade dulzura a la imagen, se convierte en una escena de verdadero vínculo emocional con su pueblo. 

Se trata de un discurso del enfrentamiento del artista al mundo, en la que muestra y comparte su individualidad y la manera en la que le afecta su entorno. Así, en su trabajo reciente se percibe cierta angustia, que toma forma de nostalgia y de rebeldía. Se siente muy personal, como su espacio de catarsis protegido, donde vuelca sus pasiones y deseos. El arte, poroso, que interpreta y transforma la realidad, se percibe en su trabajo como una forma viva, afectada por la propia transformación del artista y las causas que le mueven y le inquietan.

Finalmente, reservo las últimas líneas a razones que me son cercanas, donde mis ideas y mi piel están implicadas. Ambos somos cubanos, contemporáneos, y más allá de motivos suyos, inevitablemente relaciono sus piezas con motivos comunes. El mundo en crisis, una guerra, Cuba apaleada por un gobierno inepto, corrupto y abusivo, migración, frustración, la nostalgia… La mariposa como transformación habla desde muchos lugares y su búsqueda en el tiempo quiere encontrar fuerzas ahí, en su potencia, en su posibilidad. Ángel, el pasado lo lleva consigo, este le habla, le pesa y le impulsa, el presente es lo incierto y la creación a toda costa y en todos los sentidos; el futuro es la esperanza.

Ángel León Valiente
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