Stories (ES)

Adonys Moreno

El anhelo de un viaje

Por Alay Fuentes Bejerano

Cada vez se torna más difícil constatar lo que acontece en el arte cubano contemporáneo, pues la pluralidad de procedimientos estéticos está incidiendo sobremanera dentro y fuera de los espacios tradicionales de exhibición. Disímiles artistas en activo, emergentes, jóvenes, no tan jóvenes, eventos, exposiciones, son parte de un entramado cultural que nos sugiere una especie de sobreproducción artística, que ha terminado llamando la atención de una gran cantidad de expertos y público en el contexto local, pero sobre todo, en el entorno de los circuitos internacionales del arte.

Estamos en presencia de un importante auge de lo interdisciplinario y del artista múltiple. Es un hecho palpable que un grupo, cada vez mayor de creadores, se apropien de nuevos lenguajes, soportes, novedosas técnicas y discursos, para asumir temas, asuntos y problemáticas eminentes. De esta manera se adhieren a una multidisciplinariedad Vigotskiana, dejando atrás la imagen del artista sumido en una sola materia. Sin perder de vista la inserción social de sus propuestas estéticas en comunidades urbanas y suburbanas, para delinear así un arte de procesos, de relaciones e interacciones ligados a micro contextos, los cuales definen sus acciones e intervenciones en el compuesto social y político. 

El quehacer artístico de Adonys Moreno, es un fenómeno muy cercano a lo expuesto. Su obra plástica está signada por una estética de proporciones ilimitadas, en ella se fusionan las mejores tradiciones del arte europeo y la de los períodos artísticos latinoamericanos. Asimila de forma consciente estos preceptos y de manera acertada desarrolla su gusto por la pintura (asfaltil), el dibujo y el collage. Tan significativos se tornan sus trabajos, que nos hace recordar a la primera y segunda vanguardia del siglo XX en Europa occidental. Adonys transforma su arte creativo en nuevos fundamentos sociales, políticos y culturales. Sus creaciones se encuentran en un constante movimiento. ¿Las causas? La presencia omnisciente de su pasado artístico-social y la velocidad con que cambian los tiempos de su presente.

Es posible advertir en su obra, el desarrollo y apego a un equilibrio formal auténtico, entre lo artístico y lo conceptual, entre lo onírico y lo teatral. El proceso de facturación de este artista encuentra las herramientas idóneas, para dotar con voz propia a sus creaciones, las convierte en verdaderas bandas sonoras de situaciones limítrofes dentro de su mundo real. El precepto inquieto y perpetuo de su puesta en escena, concibe estrategias para dialogar con el espectador común.

Su obra se llena de un cinetismo estructurado, convirtiendo su minimalista técnica de collage, en fotogramas teatrales, compone escenografías idílicas e íntimas, es capaz de degradar varios elementos en función de su mensaje y juega con nuestra educada conciencia constantemente. 

El lenguaje creativo nos transporta de manera magistral a una histriónica cosmovisión, facilitando la comprensión visual de su auténtica esencia, una relatividad que nos narra el viaje cognitivo de un hijo en busca de su verdadero ser parmenidiano, que es además la travesía que inicia Adonys para encontrar su “yo” creativo.

El uso de materiales primarios, es traído a colación por el artista como medio de expresión dentro de su perspectiva conciliadora. Fotos recortadas, son transformadas en partes imprescindibles de las obras de arte, dejando su estado de utilidad básica, para entrar en un dialecto figurativo perpetuo. Todo se resume al acto de comunicación existente entre el artista y el objeto en sí. Una vez establecido ese feeling, ambos entran en un proceso de transfiguración mutua. La armonía idónea para su descontextualización.

Su temática autorreferencial lo convierte en el leitmotiv de sus creaciones artísticas, llevando sobre sus hombros toda la carga dramática de su composición pictórica, como si se tratase de una película expresionista alemana, las creaciones visuales de Adonys Moreno, buscan el contacto directo con el público. No existen términos medios en su idílico subconsciente. La sobriedad para transmitir el mensaje se hace presente desde el comienzo de esta idea contemporánea y discursiva. 

En todos los inicios formativos existe un proceso introspectivo, donde el creador visual infiere o recrea el lenguaje con el que dotará su obra. Durante ese espacio de tiempo, va tejiendo los hilos que unen, desde su psicología hasta su escenario compositivo; que es el eslabón primordial y necesario para formar parte de su elocuente mundo exterior, después de dilucidar y tantear posibilidades estéticas.

El artista reescribe y construye nuevos diálogos personales, de los cuales extrapola su zona de confort narrativa y sistematiza un paréntesis pictórico que nos transporta a un estatus de lectura diferente al preconcebido por los cánones establecidos hoy en día.

Las canciones de Carlos Varela dejan de ser la play list de su adolescencia, para convertirse en elementos de obligada referencia dentro de su collage (los textos en las viñetas) compositivo, la madera, el asfaltil, lo teatral, la ingenuidad arquetípica de sus dibujos, su imagen, los sueños, y las fronteras geográficas, caracterizan el cosmos de Adonys Moreno. Un arte que, cuál cetáceo desértico, navega en los mares de la dualidad cognoscitiva, entre el ahora y el tal vez, entre su pasado caribeño y su realidad anglo-parlante de hoy…

Adonys Moreno
Adonys Moreno
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